Reflexión 12/06/2019: Familia
Buenas tardes,
No sé si sabréis mucho de mi vida, y quizá poco os interesa; pero quizá alguien esté en mi misma situación y esto le ayude:
Hace poco volví a Alicante, a mi pueblo, para pasar las "vacaciones". No puedo llamar vacaciones a quedarse encerrada todo el día en casa porque dependes de alguien para que te lleve a sitios, que está ocupado; que no tiene nada que hacer (al menos yo me aburro si no estoy todo el día activa: no me va eso de levantarme a la una de la mañana y trasnochar); que come peor que en su casa de Gran Canaria; y las personas de alrededor no es que sean... de su agrado.
Así que no, no estoy de vacaciones.
¿Todo esto a qué viene?
Pes bien justamente por eso he venido aquí.
Hace apenas unos meses que estoy saliendo de una depresión, que causó varios factores, entre ellos ciertas personas que, no es que fueran malas, sino que no me hacían bien. No he ido a psicólogos, pero he pedido que me escuchen. He batallado estos últimos nueve meses contra mí misma: cada vez que me sentía agotada, que pensaba que no podría con algo, que tenía ansiedad. He pasado segundo de Ciencias del Mar con todo aprobado y buenas notas, por lo que no puedo estar más orgullosa de mi trabajo.
El problema es justo... que he vuelto. Sabía desde septiembre que el volver sería la prueba final que debía superar... Llevo una semana y ya casi me he echado a llorar dos veces. Pero ahí sigo. Como sea: cada vez que siento que vuelvo a caer, escribo, bailo, dibujo, mando un audio de cuatro minutos quejándome por el grupo de WhatsApp que tengo con los canarios...
Cualquier cosa que me ayude.
Estoy segura de que no soy la única a la que le pasa.
Lo más importante es que he podido saber el porqué de la depresión. Las emociones son muy fuertes, y tras un día muy emocionante se debe descansar, para ordenarlas, para procesarlas y que no nos abrumen, porque entonces estaremos cansados de sentir, y creo que no podemos cansarnos de sentir, porque eso es lo que nos da la seguridad de que seguimos vivos y de que habrá un mejor mañana.
Una de las razones fue mi familia, otra fue un grupo de amigas que tenía aquí y ya... Mi pueblo. Mi pueblo se ha ido encogiendo conforme yo crecía... Ya me recorro las calles y no me siento parte de él. Dicen que siempre vuelves al sitio de donde vienes... Tal vez en un futuro... Pero es que no siento que sea de aquí. Sin embargo, me presionaban con ello. Mi madre me decía que era de este pueblo, que yo aquí tenía mi vida y mi gente. No negaré que tengo PARTE DE MI VIDA, pero la otra sigue en blanco y soy yo la que va a escribirla.
Mis amigas... No son malas personas... Solo que en ese momento, ahora ya no sé, faltaba mucha comunicación. Con una de ellas me dolió especialmente, era mi mejor amiga y siempre la voy a recordar como una de las mejores personas a las que he conocido. Pero creo que nos centramos mucho en mantener una relación de amistad, en siempre hablar, más que en nosotras, en descubrirnos.
No les guardo rencor a ninguna. Son excelentes personas. Cada una completamente diferente de la otra. Les deseo lo mejor y para mí ellas siempre serán compañeras, porque siendo sinceros, las conozco desde los 3 años y no creo que pueda darles la espalda tanto.
Por último, y posiblemente, el principal porqué de mi depresión: eso a lo que llaman "mi familia". Mi familia, os digo en una oración, está rota. Son personas, en mi opinión, algo falsas. ¿Que les tengo poco respeto? Bueno después de tu tía te insulte en la mesa de Navidad y tu madre te mire mientras lloras y no sienta nada... No sé tenerles respeto, más bien.
Aprendí que la familia con la que naces puede cambiar, y que de hecho va a cambiar, porque la familia de sangre no es más que una construcción social, que pretende así crear un círculo y cerrarlo entre personas con "lazos sanguíneos", que más bien son genéticos...
En Canarias he conocido a una familia con la que siento que puedo ser yo misma. No comparto más genética con ellos que la de ser humana. Y me siento como si los conociera de toda la vida.
Siempre nos presionan con eso de: "Pero es que por mucho mal que te haya hecho sigue siendo tu madre, tu padre, tu tío, tu primo, etc", "Bueno, a la familia todo se le perdona porque lo hacen por tu bien". Sí... Hay una fina línea entre querer hacerte fuerte e insultarte y deprimirte.
Yo no sé vosotros pero no puedo seguir llamando familia a los hermanos de mi madre, ni a su marido... Quizá sea ella la que me queda... Y eso porque he pasado mucho tiempo con mi madre y sé que muchas cosas que me ha dicho han sido por defenderse, por querer encajar... Porque sí, en un pueblo, y más en una familia de pueblo, si no encajas eres la oveja negra, rara, algo que debería eliminarse...
Debo confesar que les guardo algo de rencor, mas pienso que es normal: siempre me han dicho que la familia no defrauda, que siempre te apoyan, que su amor es incondicional... Y sin embargo a mí me han traicionado.
Añadiré que he conocido a más personas con familias rotas que con familias unidas. Así que, señores en contra del matrimonio homosexual, lo que destruye a las familias no son dos personas del mismo sexo casándose, sino la poca confianza, la altanería, la presión, y las tradiciones.
Durante 20 años me he sentido pequeña, débil, insuficiente e inútil. Gracias a mis estudios pude salir, pude descubrir que NO SOY ASÍ. Soy mucho más: soy fuerte, independiente y perfecta a mis ojos. Porque sí, cada día que me levanto me lo digo: soy perfecta, estoy buenísima y soy lista. "Hoy voy a comerme el mundo". Me han dicho que me lo creo mucho, que tengo el ego muy subido... Y yo les digo que lo prefiero a ser una falsa, que lo prefiero a ser pequeña, que soy la única a la que debe importarle lo que piense de sí misma. Si yo no me digo que puedo, quién me lo dirá; si no me digo que soy perfecta, quién lo hará, si yo no veo guapa, quién lo hará por mí,... La primera que debe hacerlo soy yo, porque una vez que lo haga, mis hombros se alzarán y mi espalda se pondrá recta, y mi piel será más brillante, y mágicamente me veré mucho mejor, seré mucho mejor, porque me lo creo y lo sé.
Ahora puedo decir que soy egoísta y ególatra, pero me alegro de serlo porque eso me permite, por una vez, verme tal como soy, pensar un poco más en mí, no compararme con el resto solo porque no puedo llegar adonde los demás llegan, porque al final es importante conocerse, aceptarse y amarse.
Necesitaba compartirlo.
Victoria.
No sé si sabréis mucho de mi vida, y quizá poco os interesa; pero quizá alguien esté en mi misma situación y esto le ayude:
Hace poco volví a Alicante, a mi pueblo, para pasar las "vacaciones". No puedo llamar vacaciones a quedarse encerrada todo el día en casa porque dependes de alguien para que te lleve a sitios, que está ocupado; que no tiene nada que hacer (al menos yo me aburro si no estoy todo el día activa: no me va eso de levantarme a la una de la mañana y trasnochar); que come peor que en su casa de Gran Canaria; y las personas de alrededor no es que sean... de su agrado.
Así que no, no estoy de vacaciones.
¿Todo esto a qué viene?
Pes bien justamente por eso he venido aquí.
Hace apenas unos meses que estoy saliendo de una depresión, que causó varios factores, entre ellos ciertas personas que, no es que fueran malas, sino que no me hacían bien. No he ido a psicólogos, pero he pedido que me escuchen. He batallado estos últimos nueve meses contra mí misma: cada vez que me sentía agotada, que pensaba que no podría con algo, que tenía ansiedad. He pasado segundo de Ciencias del Mar con todo aprobado y buenas notas, por lo que no puedo estar más orgullosa de mi trabajo.
El problema es justo... que he vuelto. Sabía desde septiembre que el volver sería la prueba final que debía superar... Llevo una semana y ya casi me he echado a llorar dos veces. Pero ahí sigo. Como sea: cada vez que siento que vuelvo a caer, escribo, bailo, dibujo, mando un audio de cuatro minutos quejándome por el grupo de WhatsApp que tengo con los canarios...
Cualquier cosa que me ayude.
Estoy segura de que no soy la única a la que le pasa.
Lo más importante es que he podido saber el porqué de la depresión. Las emociones son muy fuertes, y tras un día muy emocionante se debe descansar, para ordenarlas, para procesarlas y que no nos abrumen, porque entonces estaremos cansados de sentir, y creo que no podemos cansarnos de sentir, porque eso es lo que nos da la seguridad de que seguimos vivos y de que habrá un mejor mañana.
Una de las razones fue mi familia, otra fue un grupo de amigas que tenía aquí y ya... Mi pueblo. Mi pueblo se ha ido encogiendo conforme yo crecía... Ya me recorro las calles y no me siento parte de él. Dicen que siempre vuelves al sitio de donde vienes... Tal vez en un futuro... Pero es que no siento que sea de aquí. Sin embargo, me presionaban con ello. Mi madre me decía que era de este pueblo, que yo aquí tenía mi vida y mi gente. No negaré que tengo PARTE DE MI VIDA, pero la otra sigue en blanco y soy yo la que va a escribirla.
Mis amigas... No son malas personas... Solo que en ese momento, ahora ya no sé, faltaba mucha comunicación. Con una de ellas me dolió especialmente, era mi mejor amiga y siempre la voy a recordar como una de las mejores personas a las que he conocido. Pero creo que nos centramos mucho en mantener una relación de amistad, en siempre hablar, más que en nosotras, en descubrirnos.
No les guardo rencor a ninguna. Son excelentes personas. Cada una completamente diferente de la otra. Les deseo lo mejor y para mí ellas siempre serán compañeras, porque siendo sinceros, las conozco desde los 3 años y no creo que pueda darles la espalda tanto.
Por último, y posiblemente, el principal porqué de mi depresión: eso a lo que llaman "mi familia". Mi familia, os digo en una oración, está rota. Son personas, en mi opinión, algo falsas. ¿Que les tengo poco respeto? Bueno después de tu tía te insulte en la mesa de Navidad y tu madre te mire mientras lloras y no sienta nada... No sé tenerles respeto, más bien.
Aprendí que la familia con la que naces puede cambiar, y que de hecho va a cambiar, porque la familia de sangre no es más que una construcción social, que pretende así crear un círculo y cerrarlo entre personas con "lazos sanguíneos", que más bien son genéticos...
En Canarias he conocido a una familia con la que siento que puedo ser yo misma. No comparto más genética con ellos que la de ser humana. Y me siento como si los conociera de toda la vida.
Siempre nos presionan con eso de: "Pero es que por mucho mal que te haya hecho sigue siendo tu madre, tu padre, tu tío, tu primo, etc", "Bueno, a la familia todo se le perdona porque lo hacen por tu bien". Sí... Hay una fina línea entre querer hacerte fuerte e insultarte y deprimirte.
Yo no sé vosotros pero no puedo seguir llamando familia a los hermanos de mi madre, ni a su marido... Quizá sea ella la que me queda... Y eso porque he pasado mucho tiempo con mi madre y sé que muchas cosas que me ha dicho han sido por defenderse, por querer encajar... Porque sí, en un pueblo, y más en una familia de pueblo, si no encajas eres la oveja negra, rara, algo que debería eliminarse...
Debo confesar que les guardo algo de rencor, mas pienso que es normal: siempre me han dicho que la familia no defrauda, que siempre te apoyan, que su amor es incondicional... Y sin embargo a mí me han traicionado.
Añadiré que he conocido a más personas con familias rotas que con familias unidas. Así que, señores en contra del matrimonio homosexual, lo que destruye a las familias no son dos personas del mismo sexo casándose, sino la poca confianza, la altanería, la presión, y las tradiciones.
Durante 20 años me he sentido pequeña, débil, insuficiente e inútil. Gracias a mis estudios pude salir, pude descubrir que NO SOY ASÍ. Soy mucho más: soy fuerte, independiente y perfecta a mis ojos. Porque sí, cada día que me levanto me lo digo: soy perfecta, estoy buenísima y soy lista. "Hoy voy a comerme el mundo". Me han dicho que me lo creo mucho, que tengo el ego muy subido... Y yo les digo que lo prefiero a ser una falsa, que lo prefiero a ser pequeña, que soy la única a la que debe importarle lo que piense de sí misma. Si yo no me digo que puedo, quién me lo dirá; si no me digo que soy perfecta, quién lo hará, si yo no veo guapa, quién lo hará por mí,... La primera que debe hacerlo soy yo, porque una vez que lo haga, mis hombros se alzarán y mi espalda se pondrá recta, y mi piel será más brillante, y mágicamente me veré mucho mejor, seré mucho mejor, porque me lo creo y lo sé.
Ahora puedo decir que soy egoísta y ególatra, pero me alegro de serlo porque eso me permite, por una vez, verme tal como soy, pensar un poco más en mí, no compararme con el resto solo porque no puedo llegar adonde los demás llegan, porque al final es importante conocerse, aceptarse y amarse.
Necesitaba compartirlo.
Victoria.
Comentarios
Publicar un comentario