¿Qué es una DANA?

Hace unos días, la Agencia Estatal de Meterología, AEMET, alertó de la entrada de una DANA en el sureste español. Esta DANA ha dejado crecidas de ríos, destrozos y hasta vidas humanas. Hace cinco años, otra DANA entró, por el mismo sitio, y también hubo problemas. Desde entonces, oímos a diestro y siniestro la palabra DANA por todos lados, y la asociamos a estas devastadoras situaciones. Pero ¿sabemos de verdad qué es una DANA?

Depresión
Aislada
Niveles
Altos

¿Qué es una DANA?

El término DANA hace referencia a una estructura meteorológica: una depresión aislada, es decir, apartada del resto de la circulación, en los niveles altos de la atmósfera, donde la presión y la temperatura son más bajas (Fig.1). 

Fig.1. Vista de la DANA de 2019 sobre España. Figura tomada de EOSDIS NASA

¡PERO! Una DANA no implica que haya fuertes lluvias torrenciales ni que se desborden ríos. Es por ello importante no usar la palabra a la ligera para hablar de cualquier borrasca que entre en el país, como se ha llevado haciendo estos últimos años.

¿Cómo se forma una DANA?

Para explicar cómo se forma, primero debemos hablar de dos estructuras importantes de la circulación global de los vientos (Fig.2).

Fig.2. Circulación global de los vientos.

Los vientos del Oeste son aquellos que soplan de oeste a este, manteniendo el equilibrio atmosférico de frío y calor, en las franjas subtropicales (Fig.2). Son células de vientos donde el aire caliente y menos denso asciende para enfriarse y volver a descender. El máximo valor de la velocidad para estos vientos se encuentra en la troposfera, a unos 17 km de altura, lo que coincide con el chorro polar, nuestra segunda estructura implicada en la formación de la DANA. 

El chorro polar (Fig.3) es una corriente que discurre desde EEUU (Oeste) hacia Europa (Este). De hecho, como dato interesante, los vuelos de retorno a Europa desde EEUU suelen tardar menos que los de ida, ya que toman esta "carretera" que los impulsa (igual que las tortugas tomaban la corriente del Golfo en Nemo). Las corrientes de chorro se originan por varios factores, como es la rotación de la Tierra, el calor interno y el calentamiento desigual de la atmósfera, más intenso hacia el ecuador. Esto produce desequilibrios que terminan generando el movimiento del aire, como el chorro polar: esta entre una masa de aire frío y otra de aire caliente.

Fig. 3. Corriente del chorro polar, señalando las máximas velocidades en los colores más oscuros.. 

En el chorro polar se produce ondulaciones, llamadas dorsales, por diferencias de presión y temperatura. Entre dos dorsales, aparecen vaguadas, que se aíslan y terminan formando las DANA. En la Fig.4 podemos observar el proceso esquematizado de formación de una DANA. La vaguada que queda entre las dorsales R1 y R2 se va cerrando y aislando de la circulación del chorro. Observamos también cómo esta vaguada asilada adquiere bajas presiones (L), al ascender a la vez que se aísla. La DANA comenzará a desplazarse hacia el sur, con un comportamiento errático poco predecible. Esta última parte es importante para la vigilancia meteorológica de las DANA.
Fig. 4. Proceso de formación de una DANA. Figura tomada de AEMET.

Lo usual es que una DANA tenga una vida media de unos 2-3 días. Sin embargo, la última DANA que ha vivido el este de España ha durado casi una semana entera (Fig.5). Los efectos de estas borrascas son cada vez más devastadoras. ¿A qué se debe todo esto?


Fig.5. Evolución de la DANA sobre el este español. Arriba día 29 de octubre. Abajo, día 1 de noviembre. Imágenes del programa EOSDIS NASA. Puede observarse un cúmulo de nubes aislado de la circulación (DANA) y cómo se ha desplazado hacia el norte.


Las DANA y el calentamiento climático

¿Es cierto que el calentamiento climático, o cambio climático, afecta directamente a la frecuencia y gravedad de las DANA? Una DANA, como ya hemos explicado, es una borrasca asilada del chorro polar. Esta corriente, está debilitándose debido al incremento de la temperatura media de la Tierra producido por el calentamiento climático, que disminuye la diferencia de temperatura entre las masas de aire frío y cálido entre las que se encuentra. Al debilitarse pierde velocidad, lo que genera más ondulaciones, más vaguadas y, por tanto, más DANA. 

No obstante, una DANA no tiene por qué dejar un aguacero y crecidas tras de sí. Hay, así pues, otro fenómeno en juego: el calentamiento de la superficie del mar. El agua caliente, tras el verano, asciende desde la superficie, ya que es menos densa. Esto es la causa de las lluvias de otoño. Sin embargo, debido al aumento de las temperaturas, la superficie del agua cada vez se calienta más, lo que provoca una mayor evaporación y más rápida. Toda esa masa de vapor de agua asciende, se enfría, el agua se condensa y cae. De aquí las lluvias torrenciales.

Estos dos efectos, DANA y calentamiento de la superficie marina, combinados son la receta perfecta para los desastres que hemos acontecidos estas últimas semanas, y los que nos esperan. Es una realidad que la superficie del mar se caliente a la vez que la atmósfera debido al incremento de emisiones de gases de efecto invernadero (Fig. 6), producido principalmente por la actividad humana; tala de árboles, producción industrial masificada, consumo excesivo de productos derivados de la ganadería...


Fig.6. Serie temporal de la evolución de la concentración de CO2 atmosférico. Figura tomada de la National Oceanic and Atmospheric Administration.


SABIENDO ESTO, ¿NO DEBERÍAMOS ACASO EXIGIR QUE EL CAMBIO CLIMÁTICO DEJE DE SER UN DEBATE Y EMPEZAR A VERLO COMO LA REALIDAD QUE ES: UNA SENTENCIA QUE PUEDE ACABAR CON LA VIDA DE MUCHAS PERSONAS?

TheWriter.





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