Reflexión 02/05/2023: Un artículo científico no te hace ser culto
Buenas,
Continuando un poco en la línea de leer determinadas novelas no te hace culto, vengo con esta reflexión. Por cosas de la vida me ha tocado leer ya más de 300 artículos científicos, y no miento porque en mi carpeta los tengo contados. Son lo más soporífero, aburrido y difícil de leer que he tenido que tragarme.
Cuando pensamos en un artículo científico, seguramente tengamos una imagen de un papel con muchos datos, palabras inescrutables e ininteligibles; un papel que goza de prestigio, que es indiscutible, que es ciencia. Vale, tal vez haya que empezar por esa ciencia. La palabra ciencia no proviene directamente de logos sino de episteme (que también es griego) y se refiere al conocimiento que podemos saber, que estamos bastante seguros de saber. Posteriormente, en latín, se transformó a scientia, que tiene el mismo significado que su análogo griego: conocimiento que se sabe. Es la traducción más cercana. Por tanto la ciencia es aquello que sabemos, o que sabemos con bastante seguridad, mejor dicho, es decir, que nada nos afirma y nos niega que la ciencia lo sepa todo. Con esto adonde quiero llegar es al hecho de que la ciencia no es, en absoluto, algo tremendamente culto que solo unos pocos entienden.
Así pues, hay que quitarse la imagen del artículo científico como el culmen de la cultura, de los sabios, de los que saben. Porque, en contra de lo que se piense, hay más erratas en un artículo científico que en una novela de fantasía, y me refiero a la ortografía. Pero es que, a parte de todo eso, son tremendamente redundantes y repetitivos. En su afán por llegar a un tono culto, altivo, más académico, caen en el uso excesivo de las formas pasivas, en los pronombres demostrativos (y hay quienes aún los acentúan), en la repetición de palabras en frases contiguas. Como dije en otra entrada: más vale el uso del lenguaje simple.
En mis maravillosos momentos de lectura, me he encontrado con: puntos tras los signos de interrogación, mayúsculas después de coma, construcciones de oraciones horribles, períodos históricos en minúscula (sea geológicos o sociales), comas entre sujeto y predicado... (Fig.1) Por no hablar de lo difícil que es seguir el hilo de un artículo que tiene una pésima edición en la distribución del texto, imágenes y tablas; el espaciado de los párrafos y las líneas cansa la vista en muchas ocasiones... En definitiva, leer un artículo científico es soporífero y difícil, y no porque no seamos científicos o personas cultas, sino porque no siguen, en muchos casos, las reglas básicas de gramática y ortografía, porque son de tono monótono y no permiten un buen seguimiento de la lectura con su estructura.
¿A quién le gusta leer algo que, constantemente, tiene errores de ortografía? ¿O con un tono tan condescendiente que te haga odiar al propio autor.
Me ha pasado, sí.
Quizá el problema entonces no sea que la población es ignorante y desconoce de la ciencia y eso hace que no interese. Quizá el problema sea que hacemos que la ciencia sea aburrida, esquematizada, clasista, absolutista y ridículamente culta.
Resumiendo, publicar o leer un artículo científico o varios no nos hace cultos. Nos hace cultos querer aprender y aceptar los errores, nos hace cultos ser conscientes de que no somos cultos, ni perfectos, de conocer el hecho de que la ciencia es diaria, de que no es algo lejos de nuestro alcance. Y, por supuesto, nos hace cultos saber que entre sujeto y predicado NO SE ESCRIBE COMA.
Saludos desde mi estado de estrés y frustración,
TheWriter.
Comentarios
Publicar un comentario