Reflexión 21/12/2020:Amor y traumas
Buenas noches a todos y todas,
Resumen de mi semana: Emocional. Caótica. Excéntrica. Esperpéntica.
Pronto se acerca el día de Navidad, de Año Nuevo y todas esas cosas... Hace ya cuatro años no celebro la navidad porque mi familia pues no es mi familia, así de básico. Por lo que pasaré estos días por casa con mi compañera de piso y pues... Esto no es realmente lo que me interesa...
A ver cómo empezar, esa siempre es la cuestión.
¿Sabéis esos momentos, o periodos de tiempo en general, en los que os llega la iluminación después de haber pasado por tanto? Eso ha sido mi semana. Pero no hablaré de ella, no tengo ni el tiempo, ni la posibilidad de escribir 1000 páginas por esta plataforma; aunque os recomiendo leerla, os haría reír.
Hoy he venido con el tema de amor y traumas. Y cuando hablo de amor me refiero a todo tipo de amor, desde la amistas hasta querer a tus mascota, o al prójimo. Y con traumas me refiero un poco a todo, tanto crearlos como tenerlos.
Me han dicho que no es posible amar a alguien que tiene problemas psicológicos, al menos en cuanto a los humanos se refiere, por al parecer el resto de animales justo se acercan a nosotros cuando más sufrimos. Quizá no estamos listos para querer a alguien roto, porque es difícil tomar la mano de esa persona y ayudarla a pegar cada trocito de sus ser y enseñarla a amarse así. Quizá en un futuro se consiga. Sin embargo, primero hemos de aprender a cómo no romper en trocitos a las personas, y para eso hay que aprender a amar.
Cuán difícil es amar cuando no nos centramos en lo que sentimos, cuando solo nos guiamos por el orgullo, o cuando estamos muy cansados, o cuando exigimos, o incluso cuando no nos queremos ni a nosotros mismos, porque justo no nos enseñan a amarnos. Permitidme explicarme, con mi propio ejemplo y el de una amiga:
-A mí siempre me han hecho sentir insuficiente, me han intentado proteger tanto que al final han acabado por desprotegerme; me han insultado, me han criticado... Y ahora creo comprender por qué. Cuando tú no te quieres a ti mismo no permites que otra persona lo haga, así que en vez de valorarte y comprender, solo buscas hundir. Y esta cadena no para nunca, ya que además nunca te animan a amarte.
-A mi amiga... bueno es la persona con más cabeza y sentido común que existe. Ha sido capaz de muchas cosas justo gracias a su capacidad de mantenerse positiva y aprender de lo que la vida te da. Y a pesar de no ser una modelo de Victoria Secret puedo asegurar que caminaría por esa pasarela mejor que cualquier otra. Solo hace falta un vistazo para darse cuenta de la confianza que tiene en sí misma. Deslumbra en una habitación. Gracias a que nunca le cortaron la alas ni le impusieron límites; gracias a que la amaron, su familia, su madre, sus hermanos, sus amigos y conocidos, como ella era.
Las personas con problemas psicológicos nos apoyamos muchas veces más en nuestras parejas, amigos, o algunos familiares, lo que termina salpicándolos de alguna manera; y no elegimos ir al psicólogo; no porque no queramos solucionar nada, sino porque queremos ser escuchados por alguien que nos quiere, no por alguien a quien pagamos. Y no es malo. Solo que no está del todo bien visto, porque cuesta. No es fácil entender a alguien con ansiedad social, o con depresión. Nos centramos mucho en nosotros mismos como para entender que esa persona no es celosa sino que se tiene en tan poca estima que cree que te irás de su lado enseguida. ¿Os digo un truco para evitarlo?
Al final todos decidimos: decidimos lo que nos ponemos, cómo peinarnos, decidimos a quién dedicar nuestro tiempo en mayor proporción, a quién contar qué,... Y por eso es nuestra decisión implicarnos con alguien con traumas, con alguien roto. Si vais a hacerlo, debéis estar seguros, debéis saber todas las condiciones y estar muy atentos a las pequeñas señales que os da para saber su estado de ánimo. No es fácil, y lo repetiré muchas veces, pero es que parece que no se entiende mucho.
A esas personas les han roto el corazón, y han sido familiares, amigos, gente cercana que nunca esperaban que les diesen tal cuchillazo por la espalda, vamos, es que ni a César. Entráis en su vida con una promesa de quedarse y ayudarla, pero en cuanto no veis progreso en pocos meses, os cansáis y os vais (parece que hable a alguien concreto pero no es así; creedme que sería mucho más directa). El que alguien no quiera ir al psicólogo no significa que no quiera avanzar, solo que primero quizá prefiere apoyarse en alguien que dice que lo ama, y así demostrarse que puede ser querido a pesar de todo. No creo que sea necesario que te valores para que alguien, al menos una persona, te valore; al menos.
El amor nunca fue fácil, ni lo será. Creo firmemente en que las personas rotas pueden ser amadas y eso puede ser muy buen incentivo para ir cambiando.
Hablo de amor de verdad, de ir poco a poco, conociendo; no de esas películas románticas que romantizan todos los problemas de salud mental. Una persona no puede cambiar a otra; lo que nos cambia son sus acciones, sus sentimientos; nos puede impulsar a buscar ayuda profesional; puede ser el primer pasito; pero al final cambiar siempre estará en nuestra mano.
Y lo último que decidimos: repararnos. Podemos decidirlo, y yo creo firmemente en que todos lo que estamos rotos queremos pegar esos pedacitos, solo que buscamos la ayuda que pensamos que necesitamos; el psicólogo, nuestra pareja, nuestros amigos, la familia, nuestra mascota. Porque al final lo que cambia es el amor, e incluso el psicólogo lo tiene, porque quiere ayudarnos y vernos felices (y si entráis a la RAE veréis que esa es la definición de amar a alguien: buscar su felicidad); pero el psicólogo nunca nos puede querer como un amigo lo hace; hacia cada persona sentimos algo diferente, mas si buscamos su felicidad, eso se engloba en el amor.
Así que, resumen: el amor y los traumas van de la mano. Y es el amor lo que puede cambiar todo, por lo que cuidado cómo lo mostramos, y cómo no.
Con cariño a todos y feliz semana de fiestas,
TheWriter.
P.D.: ¿Alguien más le interesa la milagrosa vacuna?
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