Reflexión 18/10/2021: Cambios

 ¿Sabéis qué me sucede?

Que a veces siento una necesidad imperiosa y un deseo irrefrenable de escribir, escribiros a vosotros, sobre todo. Tal vez porque siento que me desahogo con muchas personas a la vez, o porque al escribir los pensamientos que te rodean de alguna forma se van relajando y te dejan respirar. 

No sé si os pasa lo mismo, tal vez sí o tal vez no. Porque al final todos tenemos nuestra forma particular de dejar salir todo lo que sentimos, todos esos pensamientos que se acumulan y esas emociones dispares y complejas. Porque al final no podemos evitarlo, no podemos huir de ellas, hay que enfrentarlas, pero con cierto cariño, porque son nuestras, es como nos sentimos en un momento. 

Bueno, el caso.

¡Buenas noches!

Y sí, es de noche ahora mismo. Que no he podido encontrar otro momento donde estuviera yo con la suficiente inspiración y necesidad de soltarlo.

Allá voy:

NO SÉ.

Ya lo dije. 

Claro, disculpadme que no lo expliqué. No sé, no. No sé en qué pienso, no sé cómo me siento, no sé cómo soy,... No sé. Pero es que el "no sé" es un sentimiento ya; y corresponde con el caso en que estamos sintiendo tanto a la vez, en que tenemos tantos pensamientos en nuestra mente, miles de voces, miles de emociones... Que no sabemos qué sentimos. 

Así me siento desde hace ya... mucho tiempo, y me refiero a, quizá, un año y algo. Y es que ahora me encuentro en un momento de muchos cambios, en todos los sentidos de la palabra, pero sobre todo el personal y emocional. Gestionar todo lo que siento es lo más difícil que he aprendido a hacer después de programar. A los que os sea fácil la programación, bueno, sigue siendo difícil el resto. ¡Ja!

No es nada malo, sencillamente es que estoy sintiendo todo a la vez con una intensidad tremenda y...  No sé. No me siento mal, ni bien. Es raro. Es como un nudo de sentimientos y pensamientos. Hay frustración, hay rabia, hay inseguridad, hay confusión,... Y hay alegría, hay felicidad, hay tranquilidad, hay emoción, hay orgullo,... Depende del momento.

¿Sabéis cómo se le llama a esto? Conocerse a uno mismo. Aceptarse tal cual se es y aceptar que, a pesar de ello, el cambio siempre existe, que ni siquiera somos los mismos 100% día a día. 

Y joños prefiero estar haciendo integrales triples o yo qué sé, lo más difícil de la Física... Pero aquí me hallo, conociéndome. 

¿Cómo lo llevo?

Supongo que bien. Porque ahora observo todos los lados y todas mis formas. Me falta integrarlas, me falta aceptarlas, me falta reconciliarme con todas ellas. Pero estoy en ello, eh. Me tengo mucho cariño a mí misma, y le tengo mucho cariño a todas las que fui y seré. 

Oye, pues parece que el "no sé" lo he convertido en "sí sé". Jeje. 

Y es que... Parece que este proceso de cambios es algo muy fuerte, como un océano en tormenta. Y sí, hay que ir en un buen navío, y tener precauciones, pero también hay que conocer ese océano, hay que comprenderlo, y entonces no se le temerá. 

Y, sinceramente, ¿a qué aguas que me intenten ahogar voy a temer si he aprendido a respirar bajo ellas?

Atte.

The Writer