Hablemos de la Semana Santa
Buenas, buenas,
Hace una semana fue, al menos en España, la Semana Santa, valga la redundancia. Es una festividad muy curiosa que trata de recrear los momentos más tensos, emocionantes y escalofriantes del Nuevo Testamento: cuando las personas de una época, en la que aún ni siquiera éramos pensamiento, decidieron ser intolerantes y desconfiados, y mataron a una persona. Que luego resucitaría porque era el Hijo de Dios.
¿De verdad le gustaría a alguien rememorar tales eventos?
El caso es que la Semana Santa se vive de diferentes maneras según la zona, y no está exenta de críticas, sobre todo por su relación con la Iglesia Católica, más que con la propia fe. Además, por los comentarios que he estado leyendo estos días, parece ser que también es criticada por un desfase social, como que es una fiesta "demasiado medieval".
Podemos criticar y juzgar las procesiones y las recreaciones, la excesiva fe a imágenes, más que a algo más profundo, más que a una forma de vivir; podemos juzgar las representaciones, a veces grotescas, de santos y vírgenes. El ruido y el agobio de personas todas juntas en espacios tan reducidos en los cascos antiguos de las ciudades. Las contracturas y el dolor de espalda que se queda tras los intensos días de transportar a hombros los tronos... Sí.
Y ¿nadie se da cuenta de que justo por eso es arte? El arte es algo que nos hace sentir, pero no tiene por qué ser algo concreto. Hay personas creyentes que en Semana Santa se emocionan mucho, al igual que les pasa a muchas personas no creyentes. Además, tenemos la música (que no es tan estridente como en las fiestas de los pueblos o en Navidad): da ambiente, acompaña los pasos, mantiene el ritmo. Es envolvente, mística, crea misterio y emoción.
Por otro lado, España quizá sea un país que idolatra a imágenes más que a una fe, como ya han criticado tantos escritores desde hace siglos, pero fuera de eso, ¿podríamos tomar un momento para apreciar la escultura de los santos y las vírgenes? ¿La forma en que han representado las emociones humanas en imágenes inmóviles? Los mantos, las posturas, etc. Sí que es cierto que hay cada cual... Que eso de poner a Jesucristo como si hubiera salido del gimnasio... Tampoco sé yo hasta qué punto. Sin embargo, la escultura y la pintura están presentes en las procesiones.
Seguimos con los adornos florales, con el trono en sí y la iluminación: el espacio. Como en una obra de teatro, todo detalle del escenario se cuida. En algunas ocasiones, las procesiones suceden concretamente a la noche, para que la iluminación sea baja. Se lleva incienso o mirra para que el ambiente huela a... antiguo, a misterio, a triste pasión. Los tronos y las flores que los embellecen no se quedan atrás: la disposición, la forma, el color de las propias flores... Aquí, en mi pueblo, las más vistosas se dejan para el día de Domingo de Resurrección, para dar alegría.
Y, por último, la narrativa. Los diferentes santos y vírgenes que aparecen siguen un orden que pretende simular las escenas de la Biblia: la última cena, el prendimiento en el huerto, el juicio frente a Poncio Pilato...
Añado algo: ¿no creéis que la Semana Santa es una de las fiestas que menos podría contaminar? Música en directo sin aparatos electrónicos, la fuerza humana es el motor, las flores son biodegradables y su balance de CO2 sería muy cercano a 0 (en caso de que no haya transporte), los tronos y demás se llevan reutilizando años... Bueno lo único malo: las malas prácticas de turismo, la falta de responsabilidad de las personas que ensucian y los caramelos que van envueltos en plástico. Pero comparado con la Navidad... No es tan mala, ¿verdad?
Así que si pensáis que las procesiones son algo "pasado de moda" y que recuerda a los "tiempos oscuros", "que es denigrante porque la Iglesia Católica" bla bla bla, os invito a reflexionar sobre estas ideas, porque quizá no veáis, ni disfrutéis, de las procesiones igual que antes.
The Writer
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