Feminismo y princesas Disney


 Buenas,

Empezamos este año 2024 hablando de algo importante, al menos para mí: el feminismo. En este artículo de opinión me gustaría reflejar lo que pienso respecto de un tema: ¿qué pasa con las princesas de Disney y el feminismo?

Hace unos años vi un vídeo de BuzzFeed Lola (al cual no puedo poner enlace directo ya que el canal fue eliminado) en que hablaban del machismo existente entre las princesas Disney de los años 1950 o 1960. De alguna manera, para mí fue una crítica muy dura hacia toda mi infancia y, aunque era consciente de que princesas como Cenicienta o Blancanieves están basadas en ideales sexistas y machistas, no terminó de convencerme. Este vídeo junto con el que comentaba a las villanas de Disney (sí, solo a las mujeres), ensalzándolas más que a las princesas, fueron como un... "Emmm, me falta contexto". Así que, años después, y haciendo uso de esta plataforma, voy a dar mi opinión sobre el tema. 

Empecemos por la historia de estas princesas, la verdadera. Muchas de las princesas Disney tienen su origen en el siglo XVII, por lo que hay que considerar que no tienen los ideales actuales en cuanto a igualdad entre hombres y mujeres, o entre personas de todas las etnias. Aun más, muchas de estas historias ni siquiera tienen un origen común, como sí puede ser el caso de Bella y Bestia escrito en el siglo XVIII por Grabielle-Suzanne Barbot de Villaneuve; o La Sirenita de Hans Christian Andersen. En cambio, cuentos tan conocidos como Blancanieves, La bella durmiente, Mulán incluso algunos como Caperucita y el lobo o Pulgarcita han ido pasando de generación en generación a través de la transmisión oral. Ya os imagináis, por tanto, que aquí ha habido un teléfono escacharrado. Vamos, que seguramente, haya trozos que ni conozcamos, ni conoceremos. Además, estos cuentos se adaptarían a los ideales de cada época, así hay diferentes versiones, con distintas moralejas. Sí que es cierto que contamos con las versiones más conocidas, como el caso de Blancanieves de los Hermanos Grimm, y ahora los casos de Disney. 

Cuando vi el vídeo por primera vez, me pareció que se juzgaba de forma muy sencilla y rápida la poca sororidad y la casi ausencia del empoderamiento femenino. Es muy fácil criticar las épocas pasadas con el ojo del presente, una tendencia del ser humano que ha dado lugar a la corriente que te hace creer que lo actual es lo mejor y lo de antes no valía. Es por ello que, en este vídeo, el juicio de las princesas Disney queda tremendamente sesgado, con cero entendimiento del pasado. Y ni hablar del hecho de que no se tiene en cuenta la historia detrás de cada cuento, la posibilidad de otras versiones y casi la vida de los autores. 

De esta manera se presentan las princesas Disney como personajes simplistas, que las niñas no deberían tomar como ejemplo, al menos hasta que aparece Mulán en la ecuación. Blancanieves, Cenicienta y Aurora representarían un primer grupo de princesas, caracterizado por una sumisión casi completa, por la inacción (o supuesta inacción) ante el peligro y, por supuesto, por el aparente objetivo de esperar al amor verdadero. Ariel, Bella y Jasmine continúan en el siguiente grupo, en el que ya se observa un interés más allá del amoroso, pero no es suficiente; cuando entramos en la era de Mulán, de Tiana o Rapunzel (obviemos Pocahontas porque esa tiene otro debate) entonces empezamos a ver algo de feminismo asomando. Y cuando entramos en la última era -Mérida, Elsa, Ana o Moana- entonces ya sí eso es feminismo. Ahí sí que sí. Esas son las mujeres fuertes e independientes que queremos. 

¿Por qué Cenicienta no es fuerte ni independiente? Porque acepta su sumisión ante su madrastra y sigue siendo igual de buena a pesar de cómo la tratan, es decir, porque se mantiene fiel a sus ideales. Blancanieves trata de huir y se les apaña para encontrar un sitio donde refugiarse, a cambio de limpiar y cocinar. ¿Acaso ser ama de casa tiene tan poco valor? ¿No defiende el feminismo la necesidad de validar los trabajos que tradicionalmente "han sido de mujeres"? Y bueno Aurora me parece que es la víctima de unas pésimas decisiones de sus padres... Podemos hablar sobre si Bella tiene el síndrome de Estocolmo o Bestia un trauma enorme, Ariel era una niña que había tomado horribles decisiones, Jasmine era una mujer atrapada en una época en que no era la protagonista...

Y podría seguir defendiendo a cada una de ellas, explicando cuáles han sido algunas de las interpretaciones de los cuentos de donde vienen, pero no terminaría nunca esta entrada. Lo que es importante aquí es entender que el feminismo trata de aceptar a todas las mujeres, su vida y sus decisiones. Algunas podrán seguir menos los ideales, pero el feminismo no es criticarlas por ello. Así pues hay que comprender que las princesas Disney son versiones de otras versiones de cuentos escritos y contados hace cientos de años, con distintos valores. Claramente, la película de Blancanieves, estrenada en 1937, no iba a tener los mismos valores que en 2024. Es que la sociedad, la cultura y el momento histórico-político no eran los mismos. Y no podemos criticarla por eso, no podemos decidir que vale menos que Moana, porque tal vez de aquí a unas décadas aparecerá una princesa Disney aún más progresista. ¿Criticaremos entonces a Mulán por enamorarse de un hombre y no de una mujer? ¿Por no seguir sola? Si eso es el feminismo, desde luego no vamos por buen camino.

Por último, voy a defender la siguiente idea: las princesas Disney sí son feministas, porque a pesar de ser tan distintas y tener tantos ideales, Disney ha conseguido crear un universo donde todas están juntas, aparecen unidas, transmitiendo valores de amistas y bondad, de igualdad y aceptación. Eso, hasta donde a mí me han explicado, es feminismo, y es sororidad. 

TheWriter. 

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