Oceanografía en la literatura
Hola, la foto hace de spoiler.
Sí, hoy haremos un pequeño repaso de las veces en que la oceanografía se ha visto en la literatura... No en la clásica ni en la moderna en específico, porque de este tema podríamos hacer una tesis. No he leído todas las obras que hay, pero sí unas cuentas para comentar algo sobre el tema.
¿Listos? Empecemos.
1.La Biblia
Efectivamente, uno de los libros más antiguos y conocidos a nivel mundial contiene ciertas ideas de oceanografía. Esta rama de las ciencias es muy amplia y contempla la meteorología, la diversidad marina, la oceanografía geológica, la interacción de la atmósfera y el océano y la interacción de agua dulce y agua salada. Lo bonito del océano es que no tiene límites, así que su estudio tampoco puede tenerlos, ni compartimentarse tanto como en tierra.
En la Biblia tenemos dos episodios que podemos explicar con oceanografía: el diluvio universal y la separación de las aguas. El primero de ellos podría haber tenido lugar no como una lluvia intensa e imparable sino como la creación de un nuevo océano. Y es que los océanos se crean y se destruyen. De hecho, actualmente el Pacífico está en destrucción. Hace unos cuantos miles de años se formó el Mar Negro, por una apertura del Mediterráneo. A nivel geológico esto pasa mucho, pero imaginaos la cantidad de agua que habría caído... Sería como un castigo divino. No sería hasta mitad del siglo pasado cuando la teoría de la tectónica de placas demostró los mecanismos de movimiento de las placas y de formación y destrucción de los océanos. Además los hallazgos de fósiles de moluscos marinos y de agua dulce de un mismo tiempo en una misma zona.
En cuanto al segundo mito, la separación de las aguas de Moisés se cree que pudo deberse a un intenso ciclón sobre el Mar Rojo. Hablando en el término que se empleó para explicar este hecho: una marejada ciclónica. El viento sopla de forma constante sobre la superficie del mar. Hay veces en que es más fuerte y otras, más débil. Es posible, por tanto, que en aquella época, hubiera un viento constante sobre el Mar Rojo y que eso llevara a un incremento tal de la energía sobre la superficie que fuera capaz de mover las aguas. Otro mito que solo habría manera de explicar mediante la intervención divina. Actualmente, sin embargo, ya sabemos que el viento transmite energía a la superficie del agua y, de alguna manera que aún no se ha podido modelar al 100%, se generan las olas. También sabemos que hay ciertos vientos capaces de desplazar masas de agua superficiales, como sucede en el fenómeno de El Niño y en los afloramientos.
2. Moby Dick
Una de las más famosas obras sobre una ballena jamás escrita. Esta novela de estilo realista nos cuenta la historia de la caza de un gran cachalote, casi del estilo del monstruo Leviatán. En este segundo libro, lo que destaca sería la rama de la oceanografía biológica, al enfocarnos en el comportamiento de los cetáceos.
En la obra de Herman Melville, el capitán Ahab desea vengarse de Moby Dick por haberle arrebatado su pierna. Según la novela, el gigantesco cachalote no solo habría arrancado una pierna, sino que tendría fama por causar estragos constantes y representar un peligro en la pesca ballenera. Hace poco conocimos un comportamiento similar en unas orcas en el Estrecho de Gibraltar. ¿Pueden, por tanto, los cetáceos, tener estas ansias de lucha, de ataque?
De entre todos los animales mamíferos, los marinos son, quizá, los más próximos en estructura cerebral a los humanos. Algunos de ellos presentan conductas sexuales similares, como los delfines, que tienen relaciones por placer y no solo por necesidad reproductiva. Es, por tanto, posible que estos animales puedan tener conductas parecidas a las humanas, de ataque y defensa.
Ambas especies son grandes depredadores de los océanos, con gran capacidad de caza y lucha, pero no son, ni de lejos, tan peligrosos como podemos pensar por Moby Dick o el caso de las orcas. Al igual que otros animales, estos solo atacan si se ven molestados, intimidados o amenazados. Por lo general, son bastante pacíficos con los humanos.
Así pues, se puede concluir que de Moby Dick quizá solo estaba defendiéndose.
3. Bajo la estrella Polar
El último de los títulos de hoy es Bajo la estrella Polar, una obra de no hace mucho, ambientada a finales del siglo XIX. La historia principal es un amorío entre una meteoróloga y un geólogo, pero entorno a ella hay una gran cantidad de hechos históricos muy interesantes. Durante los siglos XVIII y XIX hubo grandes expediciones oceanográficas para explorar las costas más allá del continente europeo y americano; para recoger muestras, cartografiar, conocer otros pueblos, etc.
El buque Challenger.
Las expediciones oceanográficas fueron muy recurrentes y muy útiles para conocer los océanos, aunque solo sepamos de ellos como el 5% del total, pero empezaron a definir la disciplina que más tarde sería la oceanografía. La primera expedición oceanográfica como tal fue la del Challenger, que tuvo un éxito impresionante: casi 5000 nuevas especies catalogadas, se probó la existencia de la dorsal oceánica atlántica, 40 monografías publicadas con todos los datos... Y más. Posteriormente, durante el siglo XX y aún en el siglo XXI hay expediciones y campañas oceanográficas que cuentan con personas expertas en todas las ramas de la ciencia y, en especial, de las ciencias marinas.
En Bajo la estrella Polar podemos ver un resquicio de estas primeras expediciones y de las ansias y la emoción por conocer lo desconocido, y ser el primero en ello. Una de las principales características de la oceanografía también está presente en el libro: la multidisciplinariedad. Como hemos comentado, en los buques había, y hay, diferentes personas de distintas ramas de la ciencia. En la obra de Stef Penney se nos presentan las expediciones guiadas por un explorador, una persona con bastante dinero y ganas de obtener fama, cuyo equipo estaba compuesto por expertos en distintas áreas: geología, meteorología, biología... La oceanografía no tiene límites, tal como hemos explicado en el primer punto de esta entrada; es necesario una visión global de todo el océano: los procesos biológicos condicionados por la física y la química, y la química determinada también por la biología; la geología que permite explicar todo esto. Es un círculo en que cada parte ha de encajar para entender el todo.
Oceanografía física y meteorología, comportamiento y biodiversidad marina y expediciones oceanográficas han sido los temas que hemos explorado en esta entrada. Para no alargarla más, tan solo he destacado tres obras, sin embargo, hay muchas más, así que preparaos para una segunda parte.
Hasta la próxima,
The Writer.
Muyyyyy interesante. Eres muy sabía y una caja de muchas sorpresas
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