Reflexión 14/10/2024: Sobre nuestra fiesta nacional
Hoy no hay nada que celebrar... ¡Viva España!
Estas son las frases que más se repiten en el día 12 de octubre. Tan opuestas entre sí, reflejos de la percepción individual y colectiva basada en una moral que determina una historia y una cultura.
El día 12 de octubre se celebra el Día de la Hispanidad, que no el Día de España. Para ponernos un poco en contexto sobre qué es la Hispanidad y en qué se diferencia de otros conceptos: la Hispanidad se define, según la RAE, como <<Carácter genérico de todos los pueblos de lengua y cultura hispánica>>; Iberoamérica se refiere al conjunto de pueblos que hablan lenguas iberorromances, es decir, portugués y español; Latinoamérica engloba el conjunto de países del continente americano que hablan lenguas derivadas del latín, no solo el español. Ahora entendemos mejor qué festejamos el 12 de octubre, que no es solo el día de España.
Un poco de historia
El 12 de octubre de 1492, según los avales de la historia, Cristóbal Colón llega a unas tierras más allá del océano Atlántico; tierras que, posteriormente, serían América. Y a partir de aquí empieza la controversia. Es importante aclarar que la controversia es actual, seguramente en aquella época nadie, o muy poca gente, pensara que estaba mal lo que iba a ocurrir. Desde una perspectiva histórica más tradicional Colón llevó conocimientos y civilización a los pueblos nativos del continente. Más que colonizar, ayudamos, salvamos. Esta ha sido una visión muy extendida, no solo para el caso de España, sino también para el resto de países europeos colonizadores. La realidad, que durante tiempo hubo un pacto social de silencio, es que la colonización no llevó civilización, ni saberes ni mejoras... Hoy en día conocemos esta parte de la historia, la que implica que todo tiene más de un punto de vista.
La cuestión es ¿podemos aceptarla?
La colonización: dos perspectivas
Europa ha sido la mayor colonizadora de la historia. España y Portugal fueron las primeras en tener un gran imperio, que se disolvió para dar paso a otras potencias: Inglaterra, Francia o Rusia. El pico del imperialismo fue el siglo XIX, con la repartición de África. Hoy en día Inglaterra es la única que sigue poseyendo muchos territorios. La historia ha alabado la colonización: el eurocentrismo. El eurocentrismo es una visión, más que una teoría, que ha puesto a Europa, a todos los países europeos más bien, como los grandes salvadores: han llevado la civilización, la cultura y la -verdadera- religión a pueblos subdesarrollados y salvajes. Nosotros los cambiamos, les dimos la oportunidad para ser mejores. El eurocentrismo nos ha situado como colonizadores buenos. La verdadera historia, no obstante, no puede ser contada sin la perspectiva de esos pueblos "salvajes".
Pongámonos en la piel de las personas que vivían pacíficamente su vida en aquellas tierras. Por supuesto, no tendrían grandes casas como la Europa del siglo XV y XVI, pero sí vivían en casas y tenías sus lugares para hacer vida. Su religión era distinta a la nuestra, sobre todo porque creían en varias deidades, pero igual de válida. Tenían sus actividades, su hábitos y sus formas de curar, enseñar y disfrutar de la vida. Y alguien decidió por ellos que eso que tenían no era bueno ni civilizado; que su forma de vestir estaba mal. Que daban miedo incluso: su piel, más oscura que la nuestra, sus facciones, su estatura... Su lengua. Todo en ellos era de salvajes. Así que la colonización más bien consistió en intentar eliminar todo lo que era de esos pueblos, todas sus costumbres, religiones, vestimentas, incluso personas. Matamos, violamos, nos apropiamos de la tierra y los recursos y a muchas personas las esclavizamos.
La colonización es, verdaderamente, una idea más que un hecho histórico: la idea de que un pueblo, por tener unas características, es mejor que otro, más desarrollado y evolucionado, con cultura y reglas sociales que lo hacen civilizado. Y este pueblo se cree, por tanto, con potestad para invadir, cambiar y arrasar aquello que se resiste otro pueblo, o pueblos, que son inferiores, solo por ser distintos.
Esta es la fiesta que celebramos los españoles el 12 de octubre: la creencia de que fuimos salvadores y educadores de personas que, pobrecitas, estaban subdesarrolladas, que creían en lo incorrecto y que no tenían una lengua para comunicarse. Les quitamos lo que tenían, su identidad. Es de entender que esta fiesta tenga una controversia hoy en día, cuando nos hemos contado, por fin, la otra parte de la historia de la colonización.
¿Una fiesta que celebrar por toda la Hispanidad?
A lo largo de todos los países de habla hispana, este día tiene diferentes nombres, como día de La Raza, en que se celebra el encuentro entre las dos razas ese día de 1492. Sin embargo, es latente el sentimiento de incomodidad que desencadena la realidad histórica. Es difícil celebrar la vida y estar alegre en el aniversario de la muerte de toda una cultura. Es más difícil si, aun después de siglos, el país que colonizó sigue celebrándolo e insta a los colonizados a hacerlo también haciendo propaganda sobre lo bonito que es tener algo que nos une, como la lengua... Para luego seguir practicando el racismo en su estado puro.
Así que aquí va mi pregunta para quienes amen este día y no vean nada malo: si los franceses celebrasen su fiesta nacional el día que Napoleón conquistó España, ¿nos gustaría que siguieran celebrándolo?
TheWriter.
Muy bueno. El eurocentrismo coloca el velo sobre la crueldad y el genocidio de no uno, sino varios pueblos. Ahora celebramos como quien no va la cosa. Por suerte, cada día más concienciados.
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