Criaturas IV: Criaturas del Fuego
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Capítulo IV: Las Criaturas del Fuego
<<Las Criaturas del Fuego son pura energía>>, así se las define en el planeta Ashtrag.
Son las consciencias que surgieron del elemento que mueve el universo, que lo calienta y lo cambia. Son poderosas, sí, aunque no más que el resto de sus hermanas. Cumplen su función diligentemente, en los lugares más recónditos y profundos de cada objeto celeste o ser de cada realidad y dimensión. Al igual que las Criaturas de Aire, Agua y Tierra, nunca cesan de trabajar.
Volcanes, estrellas, supernovas y pequeñas reacciones químicas, de todo ello se encargan las Criaturas del Fuego. Son energía, de las más pura que existe. Si bien en muchas ocasiones su trabajo puede pasar desapercibido, es imprescindible para la vida en cada lugar del espacio-tiempo. En muchas ocasiones emergen a la superficie, y su poder y su fuerza pueden notarse y observarse con suficiente claridad para temerlas. Pero no caigáis en la tentación del ridículo miedo a lo que da vida.
Su aspecto se asemeja a cientos de llamaradas brillantes bailando en el oscuro espacio, dando luz a la vida, ofreciendo su poder al mundo para que siga cambiando. En otras ocasiones aparecen como largas estelas doradas, destellos en la oscuridad, chispas en la hoguera o largas coladas de lava que discurren lentamente por la tierra. Pero también están esas reacciones químicas que no vemos, y que nos mantienen con vida cada día. En cada chispa de cada conexión neuronal de los organismos. A veces también son los núcleos de las estrellas, energía pura que nace y viaja por el universo.
En su forma más orgánica, sus ojos son dos centallas brillantes de color amarillo, en sendos agujeros de energía. No tienen forma de emitir sonido alguno: los humanos dirían que "no tienen boca". La energía de la que están formadas, las llamaradas que ascienden desde su cuerpo, es lo que verdaderamente puede oírse de las Criaturas del Fuego.
Son de talante fuerte, dinámico. Al igual que sus hermanas, aman los seres de los que son parte y cuidan. Asimismo, aman al resto de las Criaturas. Una de ellas se enamoró de una Criatura del Agua. Su unión, aún hoy día, da lugar a extensas y exóticas islas en el planeta Tierra.
Si alguna vez veis dos grandes esferas doradas en una colada de ardiente lava, no dudéis, ellas os observan. Su energía y su poder corre por todos vuestros sistemas y os alimenta.
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